Archivo Veteranos de la Revolución…

 

Mártires en olvido

Transcripción: Carmen Muñoz S. /Analista Documental/Ichicult

 El día 11 de diciembre de 1910, en el pueblo de Cerro Prieto, con motivo del encuentro de las fuerzas Federales, con los contingentes maderistas, estas comandadas por el General Pascual Orozco, murió hasta quemar el último cartucho, el señor Tadeo Vázquez, soldado al servicio de la Revolución iniciada en nuestro país, el 20 de noviembre del mismo año, que traía como consecuencia derrocar al derrocar al dictador Porfirio Díaz, que tanta opresión estaba haciendo a las Masas Trabajadoras del Territorio Mexicano, de ahí nació la idea de iniciar en México, una Revolución armada, para echar abajo la Dictadura porfiriana.

 Fue así como Tadeo Vázquez, pensó entrar de lleno a prestar su contingente como soldado al lado de Madero pero desgraciadamente al sostener en Cerro Prieto, cuna de la Revolución Mexicana, en nuestro Estado, uno de los primeros combates, con las fuerzas federales, su valentía, le hizo no desmayar ni un solo instante y nuestro Mártir, peleó según me consta de vista y ciencia cierta, en el momento en que cayó, que se dispuso después de matarle el caballo que montaba, a peleas hasta morir o vencer, pero por desgracia, el demás contingente de su partido ya habiase alejado y Tadeo quedo sosteniendo el fuego, completamente solo, y en pleno lleno, poniendo su caballo de parapeto, pero primero sostuvo su ideal, que retroceder donde encontró la muerte, por eso los vecinos de Chopeque, en su honor, le pusieron a su Escuela, en nombre de Tadeo Vázquez.

 Tadeo Vázquez dejó once hijos, a una viuda, la señora María Pacheco, que actualmente radica en ciudad Guerrero, de nuestro Estado, la citada señora, esposa de Tadeo, solamente le queda un hijo, (hombre), nuestro amigo el señor Felícitos Vázquez, quien ha sido dos veces presidente municipal en Ciudad Guerrero, y una en Temósachic, y a quien porque el destino nos unió, hoy tuve el gusto de conocerle, personalmente, y ya  con anterioridad por referencias, sabía que era hijo de unos de los Mártires de Cerro Prieto, en 1910, y como antes lo he expresado, hoy tuvimos el honor de conocerle personalmente, y ya entrando en pláticas sobre esos acontecimientos históricos, le relato, lo que personalmente vi el día 11 de diciembre de 1910, al caer su señor padre, en el combate que acababa de pasar en mi pueblo.

 Siguiendo al pie de la letra, sobre el mismo tema, me tome la facultad de relatar al buen amigo, el Sr. Felícitos Vázquez, que tanto mi hijo Eduardo como yo, tuvimos el gusto de ayudar a la madre de Felícitos, el día que aquella procedía a recoger los restos de su esposo del lugar, que fue sepultado, para que se trasladara a Ciudad Guerrero.

 Me cabe mucha satisfacción conocer al único hijo que le queda Tadeo, es decir del sexo masculino, y no escatimo esfuerzo alguno para declarar enfáticamente, que los Hombres dejan Hombres y que éste es la fibra de su padre, en cuyos caso cabe decir, que Felícitos, hijo de aquel héroe, es en todos los sentidos de las mismas características del autor de sus días, completo modelo de honradez, de ciudadano probo y sincero, ya que mucho y bueno se ha dicho de él, en los distintos pueblos que ha gobernado como primera autoridad, resaltando su gran obra en relación al bienestar colectivo.

 El Gobierno, cualquiera que sea, no debe olvidar los hechos de los mártires de la Revolución, como el héroe que me ocupa, a quien el mismo General Navarro, dispuso, por que le reconoció sus meritos, y quien reconoció, por manera de pelear, se le sepultara en el mismo lugar donde murió , y sus restos fueron identificados por sus deudos, como así sucedió, en virtud de que después de catorce años de estar en ese propio lugar, sus restos fueron trasladados por sus descendientes a Ciudad Guerrero, donde actualmente reposan.

 Tadeo Vázquez, causo algunas bajas al enemigo, contándosele como trescientos casquillos en el lugar donde murió, es por esto, que el Gobierno emanado de la Revolución, debe tomar en cuenta, esas acciones de muchos mártires en el más completo olvido.

                                                              Cerro Prieto, Chih., a 27 de febrero de 1940

                                                                    Abraham Miramontes.

             

Fuente:

 ICHICULT/Área de Archivos y Colecciones Especiales/Fondo Veteranos de la Revolución/Caja 28/La voz de Chihuahua, 21 de abril de 1940.